
Fotografía de calabacines, realizada por Claudia Barrajón
No sé si a tí te sucede, pero para mí, el calabacín es una hortaliza un poco extraña.
Me encanta ponerle calabacín a todo, sin embargo no termina de entusiasmarme por si solo.
Es de esas verduras polifacéticas que no sabes muy bien como, pero le va de maravilla a una infinidad de platos. :)
Suelo añadirlo en purés, salteados, legumbres, cereales, pasta (los macarrones con calabacín, cebolla, zanahoria, tomate frito y tofu, están deliciosos. ¡pruébalos!) y desde hace muy, muy poco, he empezado a consumirlo crudo.
Siempre lo he consumido con piel, pero nunca crudo. Y la verdad es que queda muy bien en las ensaladas.
Sea como sea, reconozco que nunca ha sido mi verdura favorita, pero sin embargo, después de los años sigo teniendo esa extraña relación de amor-odio. :heart:
Independientemente de mis gustos personales, la realidad es que la planta (Cucurbita pepo) de esta hortaliza, es preciosa. Se trata de una planta rastrera que puede llegar a medir hasta 10 metros de longitud. Y hace unas bonitas y muy delicadas flores amarillas totalmente comestibles. (Es típico cocinarlas fritas).
La temporada real de los calabacines es de Mayo a Octubre, es decir justo ahora y es durante ésta época del año cuando los encontrarás ecológicos y en su máximo esplendor. ¡Así que hazte con un buen puñado ya y ponte a cocinar! :D
Como casi todas las verduras verdes, también es un gran aliado de los procesos depurativos del organismo. Bajo, muy bajo en calorias, ayuda a limpiar nuestro cuerpo por su alto contenido en agua y antioxidantes.
En 100g de calabacines frescos encontramos 95 g de agua, 1,2 g de proteína, una gran cantidad de vitamina A (4%), vitamina C, vitamina K (5%), Riboflavina, Niacina, vitamina B6, ácido fólico o folato (vitamina necesaria para la formación de proteínas y hemoglobina. Ésta se encuentra en las verduras de hoja verde, legumbres, semillas, frutos secos y granos enteros), ácido Pantoténico o vitamina B5 y Colina o vitamina B7. También encontramos minerales como el calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, sodio, zinc, cobre, manganeso y selenio, así como 1,7g de azúcar, 1,1g de fibra, ácidos grasos Omega-3 y Omega-6.
Pero entre todo su valor nutricional, sin lugar a dudas, el aspecto más destacado de ésta hortaliza es su alto contenido en agua y su elevada cantidad de vitamina K y vitamina A. Ésta última, conocida también como retinol, debido a que interviene en la generación de pigmentos necesarios para el funcionamiento de la retina. :)
Es muy interesante, porque a medida que voy creando LA DESPENSA, me doy cuenta de que durante años la industria alimenticia, ganadera, láctea, la sanidad, el sector farmacéutico, químico, la publicidad, las compañías de seguros, el sector de la comunicación, etc, entre miles y miles de otros macro y micro sectores han estado desviando nuestra atención sobre cómo y de donde obtener nuestros nutrientes esenciales y todo, todo, todo, absolutamente todo es una auténtica pantomima.
Todo lo que necesitamos en su totalidad viene de la Madre Tierra, de sus cultivos, de sus tierras, de sus prados, bosques, flora, en forma de plantas, árboles, frutos, semillas, raíces y en general toda clase de hortalizas. Y de manera natural, sin modificación del hombre, sin necesidad de aplicar química, ni intoxicar nada, ni manipular nada.
Ahí es donde reside la verdadera salud. Y no en una caja de cartón con un líquido blanco dentro colocada en una estantería de supermercado o en un trozo muerto sin vida de un ser vivo como tú. Así que si cae en tus manos este pequeño y humilde artículo, por favor, dale una oportunidad a los ALIMENTOS VIVOS.
Primero por tu bienestar, segundo por el bienestar de otros iguales a ti llamados (por nosotros) animales y tercero por el bienestar de nuestro hermoso planeta Tierra que durante siglos y siglos a mantenido silencio a pesar del gran abuso sufrido por nuestra especie, y ahora, justo ahora, debemos cuidar de él más que nunca.
Feliz semana,
Claudia.
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